domingo, 31 de mayo de 2009

septiembre todo el año

Por suerte no es necesario esperar hasta el 18 para disfrutar de nuestro brebaje criollo. En uno de mis boliches predilectos, "La Tinaja" –en Santa Rosa a pocos pasos de la Alameda-, es posible solazarse con una caña de chicha dulce durante todo el año, servida siempre con rodajas de naranja que la hacen incomparablemente refrescante. El ambiente es grato y festivo y el servicio atento y desprejuiciado, cualquiera sea el día y la hora. Con las compañeras de la cofradía patrimonial hemos sabido servirnos la a veces muy necesaria cañita matutina, tipín 11 AM, sin que nadie nos frunza el ceño o nos repruebe con la mirada. Es que en "La Tinaja" no hay momento inoportuno para empinar el codo... a la hora que sea hay alguien que ya está como botón de oro qué rato. Lo bueno es que el borrachín aquí es sano, honrado y respetuoso con las damas. Si una termina hasta encariñándose con los parroquianos...


Aparte de la omnipresente jarra de chicha –de color y sabor perfectos-, las de borgoña están siempre en el mesón, al aguaite; igual que los perniles y los arrollados que se lucen en la vitrina, bien acicalados entre ramitas de apio y otras matas verdes. Sobre los manteles de hule desfilan las marraquetas con pebre, bien picante (como corresponde), además de cazuelas humeantes, granados, plateadas con puré y chilenas con haaaaaarta cebolla.


Pero la chicha... Eso es, a las finales, lo que nos atrae hacia "La Tinaja" cuales ratas tras el flautista de Hamelin. Y eso que nuestro trago nacional ha tenido que sortear múltiples obstáculos que los poderes fácticos han intentado oponer a lo largo de su historia. Por ejemplo, en las actas del Cabildo fechadas el 18 de abril de 1760, la fabricación y comercialización de chicha quedó prohibida, bajo el siguiente argumento:

"Se experimentan muchas muertes y desgracias con motivo de un licor a quien le dan el nombre de chichita, el cual causa en el que lo toma dos perniciosos efectos: el uno, que al que lo encuentra con alguna debilidad le quita la vida, fermentando en el estómago lo que no hizo en la vasija, por no darle lugar a esto el desaforado apetito de la gente plebe que es quien lo hizo y quien le ha dado el nombre de chichita; el segundo efecto es aquel que causa en los más robustos, que poniéndose cuasi ebrios o desatentados y calentones como ellos mismos dicen, arman mil pendencias y disgustos que resultan en muchos desacatos" (Eugenio Pereira Salas. Apuntes para la historia de la cocina chilena).



La pura y santa no más. Yo la guatita la tengo firme, es más bien la carne la que se me coloca débil...
Sea como se sea...

¡Viva la plebe!
¡Viva el desacato!
Y que Yeicí bendiga a nuestro shrago patrimonial.


jueves, 28 de mayo de 2009

LA TORTA

Ya a pedido del público!!! El dato de LA TORTA.
Deben de llamar al fono 2459311 y preguntar por Lorena.

La torta para 20 personas vale $15.000 y puede ser de manjar de lecha condensada con almendras o con nuez.
La dirección es en Barnechea pero hacen despacho a domicilio.
Los seguidores de este blog por experiencia propia o por palabras y gestos de la María saben que es dulcemente deliciosa y cautivante.

miércoles, 27 de mayo de 2009

los IN y los OUT del paseo a Las Cruces

Retomando la tradición impuesta por ese guatón marallo que no vamos a nombrar (después de peinar viejas momias en los ochenta y antes de dedicarse a la teleferia, claro está), iniciamos aquí un nuevo y original espacio de LA OLLA COMÚN que hará las delicias de grandes y chicos y de seguro sembrará la controversia dentro de nuestra hedónica comunidad. Los in y los out. Ojo eso sí que la idea es remitirnos al ámbito estrictamente gastronómico/culinario, porque si no esta cuestión se va a transformar en una bola de nieve... Por favor no tengáis miedo de comentar y hacer vuestros aportes. Aquí vamos con algunos:

Está IN...

· la torta de manjar de la Ale. ¡POR FAVOR suelta el dato!
· el cebiche de champiñones de la Java.
· el fanschop en la terraza de Cartagena.
· la pizza de cebolla del Jumbo.
· la mezcla perfecta del queso de cabra y las cebollas acarameladas.
· la torta de manjar de nuevo.
· la sangría. Ay, de puro acordarme me entra una sed... Habría que implementarla más seguido. Y también la versión que propuso la Sole (¿tinto de verano se llamaba?).
· el tazón de pisco sour del Caleuche.

Está OUT...

· las paltas de la María. Un desprestigio para ese fruto bendito que la amiga Bernarda tan sabiamente denomina "oro verde".
· la Sole engullendo hasta el envoltorio del fiambre para eliminar todos los rastros de su fugaz existencia.
· las hostias con manjar. Después de esa torta, pasaron al olvido rápidamente...
· la piscola (lo siento, PDLC. Estaba en tus manos mantenerla in. Al parecer el AH1N1 se interpuso en tu camino).




martes, 19 de mayo de 2009

la Piscola

Estimadísimas compañeras de la olla común,
Sí, aunque ustedes no lo crean, Gata de Campo abrió su jardín y me permitió entrar a mí, Perra de la Calle, con la única condición que no lo destruyera.
Espero no hacerlo, pero no les aseguro nada, es mi naturaleza...
Para partir, comenzaré mi saga del "Vaso Común".

Piscola

Este trago típico chileno (no voy a entrar en pugna con los compañeros peruanos a quienes en la entrada anterior le hicieron prácticamente una apología... creo que me basta con celebrar el 21 de mayo (jajajajajajaja)) es bueno para desgutarlo en toda ocasión, hora y lugar. No tengan miedo que les va a gustar, sobre todo si utilizan como base un Alto o Mistral.

Ingredientes:
- Pisco Mistral o Alto del Carmen (si no tienen ni uno vayan a la Pieratinni y consuman una promo, pero yo no les aseguro nada respecto a futuros dolores de cabeza o que se les "suelta la guatita" al día siguiente si usan Control, Campanario o Capel. Ahora bien, si pueden comprar Bauzá o Los Nichos, súper bien, me llaman para compartir con ustedes).
- Coca Cola Light o Canada Dry Light (ni ahí con las calorías ni con la CCU. Una piscola con PEPSI no es piscola).
- Tres cubos de hielo de alta densidad.

Preparación:

Pescan un vaso largo, ojalá de vidrio, sino de plástico, filo, y depositan cuidadosamente los tres cubos de hielo.
Luego vierten el Pisco con delicadesa hasta lograr los tres cuartos del vaso.
Finalmente y con un cuidado extremo depositan la bebida dentro del vaso, con mucho ojo a uqe no se les vaya a chorear cuando vienen con mucho gas...
Luego revuelven con el dedo índice todo el contenido, se chupetean el dedo y comienzan a beber el brebaje.

No haré advertencias, porque este trago, no lo necesita. Beban cuanto deseen. Sin límites.

Kisses!

PDLC

lunes, 18 de mayo de 2009

un postre del Perú

Son tantos los deleites gastronómicos que nos prodiga nuestro pueblo hermano del Perú, que ninguna alabanza es suficiente para celebrar su sabiduría culinaria. Habiendo tanto cebiche, ají de gallina y parihuela a los cuales dedicar congratulaciones, en esta ocasión más bien me voy a referir a uno que otro snack que se puede picotear al paso por nuestra pequeña Lima santiaguina, como no dudaría en denominarla algún periodista de poca monta.
Pues bien, la controversia con el enemigo público de nuestra cofradía patrimonial (a quien singularizaremos, haciendo uso de un código secreto, solo como ZLKT) a causa de las cocinerías nocturnas que se instalaban en calle Catedral, hoy tiene a nuestros hermanos impedidos de ejercer este digno oficio en la vereda donde hasta hace poco lo hacían. Para mi alivio y el de los cientos de aficionados a la comida callejera que allí se apostaban, nuestros amigos supieron pasarse por el mismísimo ass las disposiciones del innombrable y hoy siguen vendiendo sus delicias como quien revende entradas afuera del estadio, voceando pa’ callao: “comida, comida, papa rellena, cebiche”. Entonces, hay que fondearse en un rincón de las galerías como si uno estuviera haciendo la MEDIA movida en Emilia Téllez para que una guatona saque, por fin, de un coche de guagua sin guagua la condenada papa rellena.
Por suerte, más dentrada la noche la cuestión se desbanda y empiezan a aparecer los carros de supermercado acondicionados como parrillas, con anticuchos, pollos asados, salchipapas y tamalitos. JA. A la vuelta de la esquina de donde se ponían antes. In your face, maldito ZLKT.
En todo caso, no todo es tan tránsfuga. El caracol Bandera Centro, en toda la esquina de Bandera y Catedral, es hoy territorio de inmigrantes y entre centros de llamados, disquerías de música evangélica y puntos de distribución de sustancias ilícitas, hay varios locales de comida peruana sumamente respetables, entre los cuales destacan las varias sucursales de “Chris-Ivan” y el excelente almacén de productos peruanos “Ámbar”, cuyo dueño –un auténtico activista de la inmigración peruana- es ya mi amigo personal y no titubea en agasajarme con un vasito de Inca-Kola cada vez que voy a visitarlo.

La cosa es que entre todas las delicias humeantes que allí se sirven hay una serie de refrigerios menores que vale la pena probar también. Aparte de sabrosísimos tentempiés como los chifles (plátanos fritos), la cancha, las habas fritas y unos porotos tostados llamados ñuña o algo así, que se comen como manicitos, hay un surtido de postres exquisitos. Están las típicas leches asadas, los bizcochos y los turrones de doña Pepa (esos amarillos con mostacillas de torta encima), pero mi favorito es, por lejos, el combinado: mitad arroz zambito, mitad mazamorra morada. La capa de abajo es arroz con leche, pero preparado a la peruana, mucho más aromático y algo más quemado. Es espeso, la leche está a punto de convertirse en manjar y todo tiene un intenso sabor a canela, clavo de olor, vainilla y cáscara de naranja. La capa de arriba es una especie de jalea, muy suave y fresca, hecha de chicha morada, que es el jugo de los choclos morados; entre medio lleva unos trocitos de frutas cocidas, todo bien acanelado. La combinación entre los dos es perfecta. Los potecitos valen $300 y se venden también por separado. Con la amiga Betty (que ojo que se peina con la gastronomía peruana porque tuvo una asesora de esos pagos, de quien les cuento, a modo de anécdota, que andaba también en el caracol el día de la sesión fotográfica) ya somos habitués del “Chris –Ivan”. A ver si uno de estos días la amiga Betty le agarra la mano a esta cuestión y se anima a subir la receta del arroz zambo que dejó su nana pegada en el refri antes de deschavetarse y amenazar con las penas del infierno a la familia entera.

viernes, 15 de mayo de 2009

cheesecake de yoghurt

El postre ese que ustedes ya tan bien conocen. Esta es la versión tradicional con berries, abajo van las indicaciones para la versión de lúcuma* que probaron hoy.

- 1 pqte. galletas Amelia u otra por el estilo
- 6 cdas. avena integral
- almendras o nueces, apenas molidas, a gusto
- 50-60 g (o más) de mantequilla sin sal
- 5-6 yogures naturales Soprole
- 250 g (1 pote chico) ricotta (se puede reemplazar por 2 yogures más)
- 1 tarro leche condensada
- 1-2 cdas. extracto de vainilla
- 1 cda. ralladura de naranja (opcional)
- ½ vasito jugo de limón
- 2 tazas de berries (frambuesas, arándanos, moras, etc.)

Precalentar el horno a temperatura media. En un bol, moler las galletas y luego añadir la avena y las almendras. Agregar la mantequilla derretida y mezclar bien, hasta que se formen migas húmedas. Disponer la mezcla en el fondo de un molde redondo con base removible (de 28 cm, creo), presionando suavemente. Llevar al horno por 5-10 minutos, hasta dorar apenas. Sacar del horno -¡no debéis apagarlo!- y dejar enfriar unos minutos.
Por mientras, mezclar en un bol grande el resto de los ingredientes, menos las frutas. Para el último paso hay dos opciones: (i) simplemente agregar las frutas a la mezcla una vez que esté todo bien incorporado y verter suavemente sobre la base preparada; o -para las más hacendosas- (ii) volcar la mezcla de yogur sola sobre la base, emparejar y añadir las bayas seleccionadas lanzándolas de a una con mayor o menor ímpetu al interior de la mezcla. Así algunas van a quedar más al fondo y otras más en la superficie y se va a ver tan bonito que se van a colocar contentas cuando lo vean.
Finalmente, meter al horno a temperatura media-alta por unos 20-30 minutos. Se sabe cuándo está listo porque los bordes empiezan a enroscarse. Sacar, dejar reposar hasta que se enfríe y refrigerar durante unas cuantas horas o, mejor, toda la noche.

* Para la variante de lúcuma que comimos hoy en nuestro buffet DIVAN, se necesita algo menos de un frasco de puré de lúcumas en vez de las berries y solo la mitad de la leche condensada. Esta vez hay que mezclar el ricotta con los yogures y la vainilla en un bol grande y dividir la mezcla en dos: una la mezclan con el puré de lúcumas, esta va a ser la capa del medio; a la otra mitad le agregan como medio tarro de leche condensada, la ralladura de naranja y el jugo de limón, esta va a ser la capa superior. Ojo con que la capa de arriba no les quede muy dulce, que si no capaz que terminen en la posta...

jueves, 14 de mayo de 2009

cannelloni de berenjenas

Delicious. A pedido del público, partimos con esta. Como plato fuerte es como para 6 personas.

- 4 berenjenas medianas
- sal
- aceite de oliva
- abundante salsa de tomates (unas 3 tazas, ojalá natural)
- 250 g ricotta
- pimienta
- hojas de albahaca fresca
- 200 g queso mozzarella, cortado en bastoncitos finos
- ½ taza queso parmesano rallado

Eliminar los tallos de las berenjenas y cortar a lo largo en láminas de un poco menos de 1 cm de grosor. Espolvorearlas con sal por ambos lados y dejarlas reposar 30 minutos  en un colador, sobre una fuente o en el lavaplatos (van a eliminar bastante agua). Enjuagar las láminas en agua fría y secarlas con un paño limpio o papel absorbente*. Pincelarlas ligeramente con aceite de oliva y disponer sobre una lata de horno. Hornear a fuego medio por 20-25 mins o hasta que estén blandas y empiecen a dorarse. Retirar del horno y dejar enfriar. Las láminas de berenjenas se pueden conservar así, perfectamente, por 4-5 días en el refri.
Cubrir el fondo de una fuente para horno rectangular con la mitad de la salsa de tomates.
Para armar los cannelloni, esparcir ricotta sobre cada lámina de berenjena con una espátula. Espolvorear un poco de pimienta y poner una hoja de albahaca sobre la punta redonda; sobre la hoja poner un trocito de mozzarella y enrollar la lámina. Disponer los rollitos uno al lado del otro en la fuente preparada, sobre la salsa de tomates.
Cubrir los cannelloni con la salsa restante y espolvorear con el queso parmesano. Hornear a temperatura media hasta que estén burbujeantes, unos 20-25 minutos. Servir bien caliente.

* Este proceso es el que se conoce como "desaguar" las berenjenas, se supone que es para quitarles lo amargo. En todo caso, cuando están frescas frescas no es tan necesario.

el menú

Nada más perdedor que empezar un blog a estas alturas, cuando el concepto entero de la web 2.0 está terrible de roteado qué rato. De hecho, parto advirtiendo que no tengo mucha idea de lo que es un blog siquiera, así que seguramente me voy a ganar muchos BUUUUUUUUUU porque moya cómo se ocupa esta cuestión. Pero más les vale no caer en el bullying, que aquí al que se suba por el chorro lo elimino (¿se podrá?).
Hechas las advertencias, como podrán deducir por el brillante nombre que se me ocurrió (choco cinco conmigo misma), la idea de esta iniciativa patrimonial es poder compartir con ustedes, amigas epicúreas (y, eventualmente, amigos también), las experiencias culinarias que tanto nos deleitan: aventuras gastronómicas, hallazgos, recetas, datos, opiniones... lo que sea que despierte los jugos gástricos y las 10.000 papilas gustativas de las que dispone cada cual.
¿Cómo saben si se da la cosa rica...?

¡Os invito! ¡Participad!